Feeds:
Entradas
Comentarios

Los tres nos abrazamos, nos hacemos la falsa promesa de volvernos a ver y nos despedimos sabiendo que eso no iba a pasar. Nos reímos una última vez, como siempre y cada quien toma al mismo tiempo un camino diferente, totalmente opuesto.

Tú serás un capítulo en mi libro, uno de los más bellos, de esos que querré volver a leer para volver a vivir esta historia. Yo, yo sólo seré una nota al pie de página en tu vida, una nota que querrás volver a leer.

Pero esto es lo que siento

Cuando por fin alcanzamos el punto en el que todo se podía salir de control, gritaste «Detente!». Esta vez no me lo decías a mi.

Nuevo fuego

A pesar de las barreras, a pesar del tiempo, a pesar del pasado lograste absorberme, me leíste  y te apropiaste de mi como algo tuyo. No puedo negar que encendiste algo en mi, aunque tampoco debería aceptarlo. Lo único que me queda es regalarte una canción. Eso es como regalarte mi brazo o mi pierna. Gracias por despertarme.

La duda. La duda es la única que me impulsa a ser más, a ir más allá de donde estoy, de hacer más de lo que puedo hacer. La duda me recuerda siempre que nunca sabré el final de mi historia, hasta que yo mismo vea hasta donde llega. Y cuando pienso que por fin lo he logrado, la duda está ahí pidiéndome ir más lejos aún. La escuché antes, muchas veces, pero jamas la vi a laos ojos y le hablé claro. Hoy somos amigos y nos acompañamos, a veces cuando pienso que todo está bien llega ella y veo que todo puede estar mucho mejor. Querida amiga, gracias por dudar de mi, porque sólo así puedo avanzar más lejos de lo que yo pensé aún.

Del pasado.

Ese ya está atrás, ya pasó. Podemos disfrutar de la anécdotas, platicar historias una y otra vez, pero regresar a lastimarnos del pasado debería de estar prohibido por nosotros mismos.  Aprender de él, claro. Traerlo a la mesa, no.

El futuro.

No sabemos que va a pasar. Podemos empezar algo, pero hay que pensarlo mejor antes de hablar de algo que aún no existe. Disfrutemos la película no adivinando el final.

El presente.

Del presente no se habla, se vive. Si necesitas hablar de lo que está pasando deberías de preguntar más bien por qué lo estás haciendo. Dejar las cosas fluir es lo mejor, sobre-racionalizar es un gran obstáculo para seguir caminando nuestra vida.

En cualquiera de los tres caso lo más importante es dejar de analizar tanto y empezar a compartir más. Vivir más y preocuparse menos. Aprender a divertirnos en la vida. A algunos nos falta mucho, pero, poco a poco.

Ella le dedica su último lienzo. Él sólo toca el piano para componerle canciones. Ella agarra las pinturas y hace una mezcla en el piso. Él puede sentir como las notas hacen una dulce melodía en su nombre. Ella piensa en formas y figuras. Él piensa en sonidos y silencios. Ella pone todos sus sentimientos en el cuadro. Él memoriza cada nota una y otra vez. Ella termina el cuadro. Él cierra el piano. Ella sólo tiene un lienzo blanco y él, jamás volverá a tocar esa canción otra vez.

Con momentos que marcan un punto trascendental en la vida. Con decisiones que definen una línea del tiempo. Puedes contar tu vida con estos pequeños puntos donde sobresalen situaciones fuera de lo común, que marcaron tu vida y que serán recordados para siempre, tal vez sólo por ti, pero así escribiste tu historia.

No hay nada como el miedo de caminar a ciegas, de no saber a donde vas, a lo mejor ni de donde vienes; no sabes que que es lo que hay ahí o allá, si llegarás pronto a tu destino o si falta mucho. No hay nada como la emoción de hacerlo, de saber cuantas veces te puedes levantar al tropezarte con lo inesperado, de llegar a un lugar que no te imaginaste que existiera, de disfrutar un camino que no conoces. Poco a poco los sentidos se agudizan y paso a paso el rumbo que tomas se vuelve el correcto, aunque no sepas hacia donde es.